sábado, 22 de marzo de 2008

ceramica esmaltada(fragmento),2007
Existe ese lugar en que los oìdos suenan a frutilla recien cosechada,

en que las fresias huelen a una vieja Antofagasta,

en que las ventanas se abren para dar paso al rio caudaloso que humedece tus pies en un abrir y cerrar de ojos matutinos recien levantados.

Supongo que ese lugar lo he encontrado, pero no quiero apresurarme a hacer conjeturas inmediatas, por lo menos no todavía.

No obstante quedaran guardados en mi archivo corpo-espiritu-emocional y demas libros anillados de vivencias tan maravilloso lugar, tan calmo y mistico sitio de reunion y encuentro con uno mismo.

Pero lo que más le agradezco a ese sitio es que me ha conectado tanto conmigo misma que hasta me ha devuelto las ganas de pintar,placer apagado en mi por casi mas de un año.

Burbuja que me enorgullese saber su ubicacion geografica pero temo que al revelarla se convierta en un centro turistico mas de los tantos que hay dando vuelta.Por eso mismo callaré y seguire mi rumbo.

-era solo un pequeño homenaje que queria rendirle a esa tierra natural desde aqui, desde la jungla de cemento-

1 comentario:

Juliana dijo...

Es hermoso encontrar 'el' lugar, en el cual nos sentimos plenos,nos encontramos a nosotros mismos y nos devuelve las ganas de volver a hacer lo que realmente nos da placer,y por alguna razón no hemos podido concretar en un período de tiempo. Mil veces me pasó de no poder pintar,siendo una de las cosas que más me gusta hacer,que más me llena el alma.
Los silencios ayudan a que lo que en algún momento sentimos nuestro,(por más que otras personas hayan pasado por el mismo), guarde esa esencia pura e intensa como si la cuidara una cajita de cristal. Yo, preferiría callar.

Un beso grande!